**NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA: TENSIÓN MUNDIAL EN AUGE**
En un giro dramático de los acontecimientos, Rusia ha comenzado ejercicios navales en el Báltico en respuesta a las provocaciones de Donald Trump. El expresidente de Estados Unidos ha arremetido contra Vladimir Putin, acusándolo de “jugar con fuego” en un nuevo post en sus redes sociales, elevando las tensiones entre las potencias nucleares. Trump advierte que sin su intervención, Rusia habría enfrentado “consecuencias muy malas”, revelando un cambio radical en su postura hacia el Kremlin.
Mientras tanto, el canciller alemán, Fredmer Mert, ha declarado que ya no hay restricciones en el suministro de armas a Ucrania, lo que permite a Kiev atacar objetivos dentro del territorio ruso. Esta decisión ha sido vista como un acto provocador que podría desencadenar una escalada militar aún mayor. En medio de este caos, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha calificado estas acciones de “extremadamente peligrosas”, lo que deja entrever que Rusia no se quedará de brazos cruzados.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación, ya que los aliados occidentales se preparan para una posible intensificación del conflicto. La amenaza de Trump de levantar sanciones y su apoyo a la militarización de Ucrania han llevado a una mayor incertidumbre en Europa. En paralelo, el conflicto en Oriente Medio se agrava, con ataques y represalias entre Israel y los hutíes de Yemen, aumentando la tensión en una región ya volátil.
Este es un momento crítico donde los líderes mundiales deben actuar con cautela. La escalada de hostilidades entre Rusia y Estados Unidos, unida a la crisis en Gaza, podría tener repercusiones globales. La pregunta es: ¿cómo responderán las potencias ante esta creciente ola de agresiones? La comunidad internacional se encuentra en un punto de inflexión, y el tiempo para la negociación se agota rápidamente.